Hace unos pocos días fue mi cumpleaños, y este año para celebrarlo no he hecho una de mis típicas tartas, he optado por una pie, una tarta de pasta brisa o masa quebrada rellena de fresas y cerezas.
He de decir que el olor de esta tarta es totalmente embriagador, un perfume que sale del horno y nos entra en el cerebro y el estómago llenándonos de una sensación única, de connotaciones infantiles y fantasiosas. Quizás sea porque este tipo de dulces son muy antiguos, y guardan el sabor de lo autentico. Bueno al lío que me pongo filosófica y no es plan... serán los años!!
Os animo desde aquí a probarla, con la variante que prefieras, como moras, frambuesas o melocotones. La fórmula será la misma.
Os animo desde aquí a probarla, con la variante que prefieras, como moras, frambuesas o melocotones. La fórmula será la misma.